Río Magdalena: consecuencias
¿Qué ocurre?
En las principales ciudades del mundo, los ríos son parte esencial en su desarrollo económico, ejemplo de ellas son Roma, París, Toledo, Praga, Florencia, Madrid, Chicago, Los Ángeles, San Antonio y Medellín, por lo que éstas han apostado al rescate de los mismos convirtiéndolos en atracciones urbanas.
La Ciudad de México es considerada como una de las urbes más grandes y emblemáticas que existen, en nuestro territorio también corre un río, el Río Magdalena, el cual fluye desde la zona de conservación hasta la zona urbana, en su nacimiento el agua se encuentra limpia, pero a lo largo de su cauce presenta una severa contaminación.
La mayor problemática en el Río Magdalena son las descargas clandestinas de aguas negras, la basura que es arrojada, así como los asentamientos irregulares, lo que impacta negativamente al río.
En 2007, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en conjunto con el gobierno capitalino, bajo el marco del Plan Verde de la Ciudad de México implementaron el proyecto Programa de Rescate Integral de los Ríos Magdalena y Eslava, el cual se dividió en tres etapas y cuatro líneas de trabajo, teniendo como fecha de término el año 2010. Para ello se elaboró un Plan de Acción, se realizaron estudios y obras de restauración ambiental con asesoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Programa que lamentablemente careció de resultados favorables por no haber atendido las recomendaciones de ambas universidades.
Desde el inicio de la nueva administración en la Delegación La Magdalena Contreras se han realizado 16 Jornadas de Limpieza de Barrancas y del Río Magdalena, en la ejecución de estas fueron sustraídos del cauce: ropa, muebles, basura, llantas, la mitad de un automóvil sedán y hasta tres motocicletas.
La rehabilitación integral del Río Magdalena engloba aspectos importantes, por ejemplo: contribuye a la reducción del calor generado por la urbanización, además de que sin duda es parte del patrimonio ambiental, siendo esta característica un factor para reactivar la economía de la zona.
Identificación y evaluación de servicios ecosistémicos en la cuenca del río Magdalena. El diagnóstico ambiental y social permitió reconocer, hasta el momento, cuatro servicios ecosistémicos de provisión, nueve de regulación y cuatro culturales.
Provisión de agua. La parte alta de la cuenca tiene un escurrimiento anual de 8,199,360 m3 , la media 10,091,520 m3 y la baja 1,020,182 m3 . Por lo tanto se puede hablar de que esta cuenca provee alrededor de 20 millones de m3 de agua al año; aproximadamente 50% del abastecimiento del agua superficial de la ciudad de México. Almacén de carbono. El bosque de Abies religiosa (1,433 ha), almacena un total de 83,603 tC y en promedio 58 tC/ha. Por asociación vegetal, la de Roldana angulifolia–Abies religiosa presenta contenidos de carbono medio-alto con 68 tC/ha, en tanto que la asociación de Acaena elongata-Abies religiosa presenta contenidos de carbono altos con 117 tC/ha y Senecio cinerarioides–Abies religiosa presenta contenidos de carbono bajos con tan sólo 13 tC/ha .
Herencia cultural. La zona es y ha sido importante en términos religiosos desde la época prehispánica; prueba de ello es que se han encontrado vestigios arqueológicos en algunas porciones de la cuenca. Después de la Conquista española, se le otorgan a la comunidad Magdalena Atlitic títulos de propiedad nombrándola dueña de los bosques de la CRM. Sin embargo, para los siglos siguientes se establecen las grandes haciendas y comienza la opresión a los indios, y no es sino hasta 1975 cuando se les restituyen los bienes comunales. Actualmente es reducido el arraigo a la tierra lo que trae como consecuencia que sean pocas las personas que trabajan el bosque y en su mayoría están encaminadas a cuestiones turísticas.
En las principales ciudades del mundo, los ríos son parte esencial en su desarrollo económico, ejemplo de ellas son Roma, París, Toledo, Praga, Florencia, Madrid, Chicago, Los Ángeles, San Antonio y Medellín, por lo que éstas han apostado al rescate de los mismos convirtiéndolos en atracciones urbanas.
La Ciudad de México es considerada como una de las urbes más grandes y emblemáticas que existen, en nuestro territorio también corre un río, el Río Magdalena, el cual fluye desde la zona de conservación hasta la zona urbana, en su nacimiento el agua se encuentra limpia, pero a lo largo de su cauce presenta una severa contaminación.
La mayor problemática en el Río Magdalena son las descargas clandestinas de aguas negras, la basura que es arrojada, así como los asentamientos irregulares, lo que impacta negativamente al río.
En 2007, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en conjunto con el gobierno capitalino, bajo el marco del Plan Verde de la Ciudad de México implementaron el proyecto Programa de Rescate Integral de los Ríos Magdalena y Eslava, el cual se dividió en tres etapas y cuatro líneas de trabajo, teniendo como fecha de término el año 2010. Para ello se elaboró un Plan de Acción, se realizaron estudios y obras de restauración ambiental con asesoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Programa que lamentablemente careció de resultados favorables por no haber atendido las recomendaciones de ambas universidades.
Desde el inicio de la nueva administración en la Delegación La Magdalena Contreras se han realizado 16 Jornadas de Limpieza de Barrancas y del Río Magdalena, en la ejecución de estas fueron sustraídos del cauce: ropa, muebles, basura, llantas, la mitad de un automóvil sedán y hasta tres motocicletas.
La rehabilitación integral del Río Magdalena engloba aspectos importantes, por ejemplo: contribuye a la reducción del calor generado por la urbanización, además de que sin duda es parte del patrimonio ambiental, siendo esta característica un factor para reactivar la economía de la zona.
Identificación y evaluación de servicios ecosistémicos en la cuenca del río Magdalena. El diagnóstico ambiental y social permitió reconocer, hasta el momento, cuatro servicios ecosistémicos de provisión, nueve de regulación y cuatro culturales.
Provisión de agua. La parte alta de la cuenca tiene un escurrimiento anual de 8,199,360 m3 , la media 10,091,520 m3 y la baja 1,020,182 m3 . Por lo tanto se puede hablar de que esta cuenca provee alrededor de 20 millones de m3 de agua al año; aproximadamente 50% del abastecimiento del agua superficial de la ciudad de México. Almacén de carbono. El bosque de Abies religiosa (1,433 ha), almacena un total de 83,603 tC y en promedio 58 tC/ha. Por asociación vegetal, la de Roldana angulifolia–Abies religiosa presenta contenidos de carbono medio-alto con 68 tC/ha, en tanto que la asociación de Acaena elongata-Abies religiosa presenta contenidos de carbono altos con 117 tC/ha y Senecio cinerarioides–Abies religiosa presenta contenidos de carbono bajos con tan sólo 13 tC/ha .
Herencia cultural. La zona es y ha sido importante en términos religiosos desde la época prehispánica; prueba de ello es que se han encontrado vestigios arqueológicos en algunas porciones de la cuenca. Después de la Conquista española, se le otorgan a la comunidad Magdalena Atlitic títulos de propiedad nombrándola dueña de los bosques de la CRM. Sin embargo, para los siglos siguientes se establecen las grandes haciendas y comienza la opresión a los indios, y no es sino hasta 1975 cuando se les restituyen los bienes comunales. Actualmente es reducido el arraigo a la tierra lo que trae como consecuencia que sean pocas las personas que trabajan el bosque y en su mayoría están encaminadas a cuestiones turísticas.
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